PUERTO RICO TIENE LA CORONA EN LA MIRA
LOS ÁNGELES.- (Barry M. Bloom / MLB.com).- Si existe alguna noción de cuentas pendientes, la selección de Puerto Rico no parece tenerla. El miércoles, los boricuas disputarán la final del Clásico Mundial de Béisbol por segunda vez, pero será con otro roster, en otro lugar y bajo condiciones distintas.
En el 2013 en el AT&T Park de San Francisco, Puerto Rico sucumbió ante una selección de República Dominicana que se coronó y se mantuvo invicto en el torneo. Esta ocasión, es la novena de la Isla del Encanto que llega a la final en el Dodger Stadium con récord de 7-0 en esta edición del Clásico tras vencer por 4-3 a Holanda en 11 innings en un juego de semifinal el lunes por la noche.
Puerto Rico prevaleció en dicho encuentro no por su poder y su pitcheo, sino porque sus jugadores hicieron todas las cosas pequeñas. Y lo hicieron frente a un público de 24,865 personas y al ritmo de congas y timbales. Se espera un ambiente aún más alegre y una concurrencia más grande el miércoles por la noche.
El diestro de los Mets de Nueva York, Seth Lugo, estará en la lomita por Puerto Rico.
Puerto Rico lleva el béisbol en la sangre. Leyendas de la isla como Roberto Clemente, Roberto Alomar, Orlando Cepeda e Iván «Pudge» Rodríguez son Salones de la Fama. El receptor de la selección boricua, Yadier Molina, luce estar destinado para Cooperstown también.
«Aprendimos de la derrota, pero más aprendimos del gran éxito que tuvimos en el 2013», dijo el capataz de la selección boricua, Edwin Rodríguez. «En el 2013, nadie pensaba que íbamos a salir de la primera ronda en Puerto Rico y llegamos a la final. Tenemos el talento y el personal y pudimos hacer las jugadas como se deben hacer. Eso es lo que aprendimos del 2013».
Foto: MLB.COM