EL PRESENTE Y FUTURO: PALCO PREMIER

PALCO PREMIER

En verdad: ¿se hizo viejo

el equipo de Culiacán?

Promedio: 28 años de edad

  • Oliver Pérez, el más veterano: 40; Geovanny Zamudio, el más joven: 18
  • La gran mayoría, jóvenes y talentosos
  • Exploran las causas por las que no se logró el campeonato
  • Un segundo lugar, en una final a 7 juegos, no es un fracaso
  • De cualquier modo, habrá ajustes para la nueva temporada

Por: Jorge Luis Telles Salazar | Comunicación Tomateros

¿Qué se hizo viejo el equipo de Culiacán…?

Enredados en el entuerto ese de descifrar los motivos por los cuales Tomateros no logró conquistar su tercer campeonato consecutivo, no son pocos los aficionados de casa que llegan a tan temeraria conclusión, sin tener elementos de peso a la mano y sin conocer, tan siquiera, la edad real de los peloteros enlistados en el roster del club de casa. Al menos con el cual Culiacán cerró la pasada temporada de la Liga Arco Mexicana del Pacífico.

De todos sabido que Tomateros llegó a la serie final de la reciente campaña y la perdió en siete juegos ante Charros de Jalisco. En ese lapso de postemporada -tres series más- Tomateros registró marca de 11 victorias contra 6 derrotas, equivalentes a un porcentaje de .647 en ganados y perdidos, contra un .571 de Charros de Jalisco, con saldo de 12-9 en los “playoffs”.

O sea, los números de los guindas en postemporada fueron mejores que los de los Charros; sin embargo, ellos ganaron la gran final y eso marcó la diferencia. La pequeña gran diferencia.

El tema es que Culiacán, tras resultar airoso en las dos finales previas a la del 2022 tuvo que conformarse con un subcampeonato, que supo a purga a los seguidores de la causa guinda. Cualquier otro equipo -y sí mucho me apura hasta las grandes franquicias – hubiesen sido capaces de firmar un documento en blanco si eso les garantizaba su participación en la confrontación titular; pero no es el caso de Tomateros que va por todas las canicas, campaña tras campaña.

Recordemos, en efecto, que el equipo guinda había perdido su última final en 1999, cuando cayó aquí, en su propio parque, ante los Águilas de Mexicali, cuyo manager lo era, paradójicamente, Francisco “Paquín” Estrada. De ese año y hasta 2021, Tomateros protagonizó cuatro finales y las ganó todas: en 2015, aquí, sobre Charros de Jalisco; en 2018, en Navojoa, contra los Mayos; en 2020, ante Venados de Mazatlán, en Culiacán y en 2021, frente a Naranjeros, en Hermosillo.

Tercera final al hilo en este 2022 contra Jalisco. Ley de probabilidades en contra y se caen, como castillo de naipes, las ilusiones del tricampeonato. Un caso de covid que modifica los planes de manera sustancial y Serie campeonil con un segundo juego clave, que Culiacán pierde, en Guadalajara, cuando parecía en el bolsillo. Cuesta que se empina al regreso a casa y aún así Tomateros extiende al máximo el compromiso.

Queda el paliativo del subcampeonato; pero el aficionado se pregunta: ¿Qué es un subcampeonato? De 2015 hasta la fecha solo sabíamos de campeonatos.

Inconformidad entre la legión guinda que se formó la gran expectativa y que, al no cristalizar, pretende investigar donde estuvo la falla que le costó a Tomateros quedarse, por ahora, en solo 13 títulos, contra 16 que presumen los Naranjeros de Hermosillo sin aclarar nunca que ellos tienen 7 temporadas más que Culiacán en lo que es ahora la Liga Arco Mexicana del Pacífico.

¿Qué se hizo viejo el equipo? ¿Sería eso acaso?

Bien.

Si incluimos exclusivamente a los jugadores nacionales enlistados en el roster final de la temporada concluida hace solo seis semanas, descubrimos que la edad actual del equipo guinda es de 28 años en promedio.

Los peloteros mayores son: Oliver Pérez (40), Ramiro Peña (36) y José Guadalupe Chávez (37).

El bloque más numeroso está entre los 31 y los 35 años: Román Alí Solís (35), Antonio Lamas (33), Alán Sánchez (33), Manny Bañuelos (31), Manny Barreda (34), Efrén Navarro (33), Emmanuel Ávila (34), Sebastián Elizalde (32) y Francisco Lugo (31).

De 26 a los 30: Alexis Wilson (26), Javier Mireles (26), Jesús Favela (28), Sasagi Sánchez (28), David Gutiérrez (28) y Joey Meneses (30).

Y de 25 hacia abajo: Mateo Gil (22), Alfredo Hurtado (25), Edgar Arredondo (25), José Luis Bravo (25), Juan Pablo López (23) y Alejandro Chávez (23) y el ya mencionado Geovanny Zamudio (18).

Y eso sin contar con la gran camada de talentosos peloteros jóvenes que empujan fuerte desde las ligas menores en el beisbol de los Estados Unidos, como el caso de los portentos Luis Roberto y Rosman Verdugo, hermanos que están llamados a ser estelares en la pelota de la unión americana, por su talento y juventud, y que para deleite de la Nación Guinda, pertenecen a Tomateros.

Y ahí están también los experimentados: Oliver, Peña y Guadalupe Chávez.

¿Le parece viejo el equipo?

¿Acaso usted, amigo lector, amigo aficionado, simpatizaría con las salidas de estos tres peloteros, mayores de 36 años de edad?

A juicio de quien esto escribe, que siguió de cerca la última temporada de la Mexicana del Pacífico, sería arriesgado tomar una decisión de esta naturaleza, a menos de que se concretara por ahí una negociación verdaderamente ventajosa para el equipo Tomatero. En el caso particular del parador en corto Guadalupe Chávez y del intermediarista Ramiro Peña, son jugadores que aún les queda cuerda y que bien todavía pueden mantenerse en el estrellato cuando menos por dos temporadas más. Más aún: verdaderos peloterazos.

Toda opinión, sin embargo, se respeta, amigo lector.

Y bueno.

Conquistar el segundo lugar de la campaña y perder la gran final en siete partidos ante un equipo altamente competitivo como Charros de Jalisco, no puede considerarse como una mala actuación ni mucho menos como un fracaso como lo dicen algunos seguidores del equipo guinda, que estarían felices con la victoria noche a noche tanto en calendario regular como en postemporada, lo que es imposible, por supuesto.

Por supuesto que dolió -y mucho- no haber logrado el objetivo supremo; pero de eso a buscar por donde cuestionar al plantel y más aún linchar al manager Benjamín Gil existe una diferencia abismal. Ganar un campeonato no solo es tener un buen equipo y jugar bien a la pelota, sino que se requiere contar también con las circunstancias a favor, lo que no sucede año con año.

¿Qué se tienen que hacer movimientos al interior del equipo?

Si.

Es normal.

Sin embargo, retomar la cantaleta de que el equipo ya envejeció, es un argumento endeble, cuando a esta generación de peloteros que nos han dado tantas satisfacciones se van a sumar algunos más que van a dar el gran salto en la temporada venidera.

Y ahí están los nombres, que usted acaba de leer: los pitchers abridores José Luis Bravo y Alejandro Chávez; los relevistas David Gutiérrez y Juan Pablo López; el jardinero Francisco Lugo, el receptor Alfredo Hurtado y el jugador de cuadro Javier Mireles, a los que hay añadir a otros que ya están por consolidar su lugar en el plantel: Alexis Wilson, Jesús Favela y Edgar Arredondo, por ejemplo.

¿Y qué decir de los peloteros ya emblemáticos en el equipo guinda: Sebastián Elizalde y Joey Meneses, sin faltarle ningún respeto a Ramiro Peña, el ícono de la organización?

¿Equipo viejo?

Yo lo pensaría un par de veces para atreverme a tan temeraria afirmación, sin dejar de reconocer que los ajustes son ineludibles, no solo con Tomateros de Culiacán sino en todo equipo profesional, de la liga que usted guste y mande. Y aquí también los habrá; pero en su momento. No es fácil deshacerse de peloteros que ya forman parte del inventario perpetuo del equipo de casa.

¿O sí?

Hasta aquí por ahora. Cuídense mucho. Y que Dios los bendiga. Ahora y siempre.

*Las opiniones publicadas en este contenido pertenecen única y exclusivamente al Columnista en su libre derecho a expresarse, sin que necesariamente sean compartidas por el Club Tomateros de Culiacán.